¿CÓMO SE MIDEN LOS VERSOS?
Se debe contar el número de sílabas que tiene cada verso. Si el verso acaba en palabra aguda, se cuenta una sílaba más; si acaba en palabra esdrújula, se cuenta una menos. La razón de tales procedimientos es estrictamente fonética: una vocal tónica en la sílaba final de la palabra produce un efecto de alargamiento de la misma; por su parte, en una palabra esdrújula la sílaba intertónica parece más corta, como si no existiera (véase, como ejemplo, lo que ocurre en la palabra estética, de los versos de Machado que se citan a continuación).
¡Hola hidalgos y escuderos (8 sílabas)
de mi alcurnia y mi blasón! (8 sílabas: 7+1)
Adoro la hermosura, y en la moderna estética (14 sílabas: 15-1)
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard. (14 sílabas: 13+1)
Para medir los versos correctamente, es preciso tener en cuenta los siguientes fenómenos:
1. Sinalefa: la vocal situada al final de una palabra se une con la vocal inicial de la siguiente palabra; ambas vocales se cuentan como una sola sílaba. Este es un fenómeno absolutamente normal en la lengua hablada. Por tanto, no merece atención detallada a la hora de realizar un comentario métrico, a no ser que la sinalefa sea muy insólita o suene muy violenta o desagradable al oído:
¡Hola hidalgos y escuderos (sinalefa y-e)
de mi alcurnia y mi blasón! (sinalefas i-a, a-y)
2. Sinéresis: se trata de la reducción a una sola sílaba de dos vocales en interior de
palabra que normalmente se consideran como sílabas distintas:
Muele pan, molino muele
trenza, veleta, poesía.
(sinéresis; en poe-sí-a se cuentan tres sílabas, en vez de
las cuatro que constituyen la palabra)
3. Diéresis: el fenómeno contrario a la sinéresis. Consiste en la separación de un diptongo (dos vocales que constituyen una sola sílaba), que pasa a considerarse como dos sílabas distintas:
Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruïdo
(diéresis en ru-i-do, que normalmente tiene sólo dos sílabas: rui-do)1
CLASES DE VERSOS SEGÚN EL NÚMERO DE SÍLABAS.
Los versos de entre dos y ocho sílabas se denominan versos de arte menor. Los de nueve o más sílabas se llaman versos de arte mayor. Los versos de menos de doce sílabas son versos simples; los de doce o más sílabas, versos compuestos.
Estos últimos están formados por dos mitades (que normalmente tienen el mismo número de sílabas, aunque tal cosa no tiene por qué ocurrir siempre), denominadas hemistiquios. Ambos hemistiquios están separados por una pausa denominada cesura.
A la hora de contar las sílabas de un verso compuesto, la cesura tiene los mismos efectos que la pausa versal, de manera que si el primer hemistiquio es agudo tendrá una sílaba más, mientras que si es esdrújulo se contará una menos.
Según su longitud, los versos reciben los siguientes nombres:
- Bisílabo (2 sílabas).
- Trisílabo (3 sílabas).
- Tetrasílabo (4 sílabas).
- Pentasílabo (5 sílabas).
- Hexasílabo (6 sílabas).
- Heptasílabo (7 sílabas).
- Octosílabo (8 sílabas).
- Eneasílabo (9 sílabas).
- Decasílabo (10 sílabas).
- Dodecasílabo (12 sílabas).
- Alejandrino o tetradecasílabo (14 sílabas).
La rima se define como la identidad total o parcial, entre dos o más versos, de los sonidos situados a partir de la última vocal tónica. Puede ser de dos tipos: consonante o total, si los sonidos idénticos son vocales y consonantes, y asonante o parcial, que se produce cuando sólo las vocales son idénticas:
A Abiertas copas de oro deslumbrado
B sobre la redondez de los verdores
B bajos, que os arrobáis en los colores
A mágicos del poniente enarbolado.
(Juan Ramón Jiménez; rima consonante: -ádo, -óres, -óres, -ádo)
ENCABALGAMIENTO.
Consiste en un desajuste que se produce en la estrofa cuando una pausa versal no coincide con una pausa morfosintáctica. Este desajuste provoca una "tensión" interna en el texto, ya que obliga o bien a romper una unidad sintáctica para respetar la pausa versal o bien a prescindir de esta pausa para mantener la ilación sintáctica. Por otro lado, el encabalgamiento no anula en modo alguno la rima. Dentro de un encabalgamiento
hay que distinguir entre el verso encabalgante, que es aquel en el que se inicia, y el verso encabalgado, que es aquel donde termina.
Según la longitud del verso encabalgado.
- Encabalgamiento abrupto: tiene lugar cuando la fluidez del verso encabalgante se detiene antes de la quinta sílaba del verso encabalgado, es decir, cuando se hace pausa antes de dicha sílaba. En este encabalgamiento se produce un brusco descenso del tono (de ahí su nombre), al pasar de uno al otro verso, debido a la brevedad del grupo fónico.
Mas luego vuelve en sí el engañado
ánimo, y conociendo el desatino,
la rienda suelta largamente al lloro.
(Fray Luis de León; encabalgamiento es
engañado ánimo; ánimo sólo abarca tres sílabas, luego se trata de un encabalgamiento abrupto)
- Encabalgamiento suave: tiene lugar cuando el verso encabalgante continúa fluyendo sobre el encabalgado más allá de la quinta sílaba, es decir, cuando la pausa aparece después de dicha sílaba. En este encabalgamiento el tono desciende de manera más suave que en el anterior, debido precisamente a la mayor longitud del grupo fónico.
Del mayor infanzón de aquella pura
república de grandes hombres era
una vaca sustento y armadura...
(Francisco de Quevedo; el encabalgamiento
es pura república de grandes hombres; república de grandes hombres abarca la práctica totalidad del verso encabalgado, luego se trata de un encabalgamiento suave)
ESTROFAS.
Los versos se agrupan en unidades superiores a ellos mismos, a las cuales denominamos estrofas. Podemos distinguir entre las estrofas isométricas, cuyos versos tienen todos el mismo número de sílabas métricas (terceto, octava real, décima, etc.) y las heterométricas, en las cuales existen versos de distinta medida (lira, sextilla de pie quebrado, etc). La estructura de una estrofa se representa mediante una fórmula alfanumérica que indica la longitud de los versos y el esquema de rima; por ejemplo, la fórmula métrica de la lira es ésta: 7a 11b 7a 7b 11b3.
Las estrofas se clasifican según el número de versos que las integran. A continuación veremos los tipos de estrofas más importantes; téngase en cuenta, no obstante, que además de las estrofas que citamos existen otras muchas; por otro lado, hay numerosísimas variantes particulares elaboradas por los poetas a partir de las estrofas más típicas.
Pareado: consiste en dos versos que riman entre sí. Lo más habitual es que sean dos versos de la misma medida, aunque también pueden tener diferente número de sílabas métricas. Los hay de arte mayor y también de arte menor; por su parte, la rima puede ser consonante o asonante. Lo esencial es que los dos versos tengan la misma rima:
Al que a buen árbol se arrima Todo necio
buena sombra le cobija. confunde valor y precio.
(Anónimo; versos isométricos, (Antonio Machado; versos rima asonante)
Terceto: consiste en tres versos de arte mayor, de los cuales el primero y el tercero riman en consonante; el segundo queda libre. La fórmula de la estrofa es ABA:
Avaro miserable es el que encierra,
la fecunda semilla en el granero,
cuando larga escasez llora la tierra.
(V. Ruiz de Aguilera)
Normalmente el terceto no se usa solo, sino en series más o menos largas, agrupado con otros tercetos. Esta disposición recibe el nombre de tercetos encadenados, y en ella el verso que queda libre en cada terceto rima en consonante con el primer y el tercer verso de la siguiente estrofa. El esquema de esta estrofa sería, por tanto, ABA-BCB-CDC-...-XYX-YZYZ. La última estrofa de la serie termina con un verso de más, añadido para evitar que el verso que queda libre no rime con ningún otro.
Pasáronse las flores del verano,
el otoño pasó con sus racimos,
pasó el invierno con sus nieves cano;
las hojas, que en las altas selvas vimos,
cayeron, y nosotros a porfía
en nuestro engaño inmóviles vivimos.
Temamos al Señor que nos envía
las espigas del año y la hartura
y la temprana pluvia y la tardía.
........................
Ya, dulce amigo, huyo y me retiro
de cuanto simple amé, rompí los lazos.
Ven y verás al alto fin que aspiro
antes que el tiempo muera en nuestros brazos.
(Epístola moral a Fabio)
Cuarteto: lo forman cuatro versos de arte mayor con rima consonante ABBA:
Alguna vez me angustia una certeza,
y ante mí se estremece mi futuro.
Acechándole está de pronto un muro
del arrabal final en que tropieza.
(Jorge Guillén)
Serventesio: es una variante del cuarteto; consiste en cuatro versos de arte mayor con rima consonante ABAB:
Valerosos, enérgicos, tranquilos,
caminan sin dudar hacia un futuro
que tramándose está con estos hilos
de un presente en fervor de claroscuro.
(Jorge Guillén)
Redondilla: cuatro versos de arte menor con rima consonante abba:
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
(Antonio Machado)
Cuarteta: cuatro versos de arte menor con rima consonante abab:
Luz del alma, luz divina,
faro, antorcha, estrella, sol...
Un hombre a tientas camina;
lleva a la espalda un farol.
(Antonio Machado)
Cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo alejandrino: estrofa compuesta por cuatro versos alejandrinos que riman en consonante, según la fórmula AAAA, BBBB, CCCC, etc.:
Vistie a los desnudos, apacie los famnientos,
acogie los romeos que vinien fridolientos,
daba a los errados buenos castigamientos
que se penitenciasen de todos falimientos.
(Gonzalo de Berceo)
Lira: combinación de dos versos endecasílabos (segundo y quinto) y de tres heptasílabos, cuya rima, en consonante, es aBabB. Recibe este nombre por la palabra con la que termina el primer verso de la estrofa inicial del poema A la flor de Gnido, de Garcilaso de la Vega :
Si de mi baja lira
tanto pudiese el son, que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento,
y la furia del mar en movimiento.
Copla de pie quebrado. Se denominan "de pie quebrado" aquellas estrofas de versos de arte menor en las que alternan versos largos y cortos (éstos suelen ser normalmente tetrasílabos) La más conocida de estas estrofas es la sextilla de pie quebrado, que también recibe los nombres de copla de Jorge Manrique (debido a que este poeta medieval la utilizó en sus conocidísimas Coplas a la muerte de su padre) o estrofa manriqueña. En esta estrofa, el tercer y el sexto verso son tetrasílabos y los demás octosílabos; la rima tiene el esquema abcabc. Hay ciertas variantes en las que los versos de pie quebrado son el segundo y el quinto, y la rima aabccb.
¿Qué se hicieron las damas,
sus tocados, sus vestidos,
sus olores?
¿Qué se hicieron las llamas
de los fuegos encendidos
de amadores?
(Jorge Manrique)
5.5.5. Sextina: estrofa de seis versos endecasílabos que forma parte del poema de
igual nombre (véase el epígrafe 6.1.5.).
Octava real: consta de ocho versos de arte mayor, generalmente endecasílabos, y con rima consonante, según el esquema ABABABCC:
No las damas, amor, no gentilezas,
de caballeros canto enamorados,
ni las muestras, regalos y ternezas
de amorosos afectos y cuidados;
mas el valor, los hechos, las proezas
de aquellos españoles esforzados,
que a la cerviz de Arauco no domada
pusieron duro yugo por la espada.
(Alonso de Ercilla)
6. EL POEMA.
El poema es la unidad métrica y rítmica más importante. En cuanto a su forma, los poemas pueden ser estróficos, si están estructurados en estrofas, o no estróficos. A su vez, los poemas estróficos pueden ser monoestróficos, cuando constan de una sola estrofa, o poliestróficos, cuando están compuestos por varias estrofas.
Soneto: consta de catorce versos endecasílabos, divididos en dos cuartetos y dos tercetos. Es una forma poética procedente de Italia, que fue introducida en las letras españolas por los poetas renacentistas Juan Boscán y Garcilaso de la Vega , quienes tomaron como modelo de soneto el establecido por el poeta italiano Francesco Petrarca. Ha sido muy utilizado a lo largo de todas las épocas, y se le considera como la estructura poemática más perfecta y armoniosa. El esquema clásico del soneto petrarquista es el siguiente: ABBA-ABBA-CDC-DCD (dos cuartetos y dos tercetos encadenados)4. Hay otras combinaciones posibles en los tercetos, como CDE-CDE, CDE-DCE, etc.
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